Esta ha sido una semana especial en la familia, dos de los angelitos que nos ha dado el Altísimo han estado de cumpleaños: Gonzalo el pasado sábado 3, y hoy sábado, una semana después, Barbarita, su hermana menor por tres años, ha estado de mantel largo también.
Si bien no tengo la dicha de no ser sus padres, ya que son mis sobrinitos, el amor, el cariño que tengo para con ellos es enorme. Las carcajadas, las travesuras, las anécdotas, los 'cuadres' (de ellos hacia mí incluso) hacen de la relación con ellos algo más que un nexo de sobrinos- tío, sino más bien una relación de mis pequeños amigos.
Comenzaré por la damita, Barbara. Ha cumplido cinco años. Al comienzo no era muy apegada a mí desde pequeña, poco a poco mientras me iba conociendo empezamos a hacernos 'chocheras'. Hoy en día, ni bien llega a la casa lo primero que hace es preguntar por mí, y cuando llego me hace fiesta, me canta y cual monito se me trepa al momento de saludarla. Las anécdotas con ella son menores aún que con las de Gonzalito pero igual tienen su contenido emocional.
Recuerdo que como estaba aburrida en la casa ya que no había con qué entrenerla ya que los juegos habidos y por haber los habíamos 'quemado' le pregunté si quería dar una vuelta por el parque que hay a la vuelta de mi casa, aceptó contenta así que tras abrigarla salimos.
Mientras que caminábamos íbamos conversando de todo un poco: la tradicional pregunta de qué sería de grande, de cómo le había ido en el nido, o sus preguntas del tipo "...¿qué hacen esos chicos?", refiriéndose a unos chicos que jugaban fútbol, le expliqué que el juego consitía en meter la pelota en "..ese rectángulo que se llama arco..." ante su sorprendido y expresivo "...ahhhhh". Al rato, reconocí a uno de los jugadores, un viejo amigo de partidos y por ahí una que otra pelea verbal por el calor del partido, tras saludarme me preguntó delante de su grupo: "...hola...¿tu hijita?"... le respondí que era mi sobrina, al rato el resto de jugadores se acercaron a saludar de lejitos moviendo la mano a la criatura blanconcita de cabello negro y mirada dulce, ella respondía nerviosa con un casi audible: "...hola". Al rato y cuando reanudamos la marcha, mi sobrinita me confesó: "...ese chico de polo amarillo es bien bonito". Lo dijo con complicidad como quien se lo dice a un amigo, me gustó eso saben.
Luego vendrían otras anécdotas, como cuando la había dejado en mi cuarto viendo una película en DVD, fui a la cocina a servirme una taza con café y mientras charlaba con mi madre, sentimos sus pasitos apurada, al verme y con su voz de dibujo animado me reclamó airadamente abriendo sus brazos: "...chino, no se escucha nada!!". De un tiempo ha esta parte se le ha dado por jugar cartas también, claro, juegos inocentes como 'Golpeao' por ejemplo, o 'Nadie sabe para quién trabaja', y se ha vuelto una experta en este último, lo malo es que en una ocasión que le gané la mano me puso una cara que un poco más y me agarra a patadas y cachetadas frunciendo el ceño de una manera que me sorprendió mucho. Además con la franqueza propia de los niños se dió el lujo de imitar mi cara cuando me enojo haciendo célebre la frase: "... pon tu cara de enojado y tus Lojitos así..." frunciendo el ceño haciendo reír a la abuela.
La pequeña también tiene sus arranques propios de una persona mayor: como cuando en una ocasión llamaba y llamaba a la casa de su abuela paterna para hablar con su tía. Nos llamaba la atención ese interés por hacer esa llamada, así que en una de esas mi madre tomó el teléfono, llamó a la casa de la abuela y la pasó con Bárbara, ella, cual chica reservada, se fue a la sala, se acomodó en uno de los sofás y empezó a hablar con la tía, al terminar la llamada le dijo a mi madre como quien reflexiona: "...ya Alejita está más tranquila". El contenido de esa charla de casi 10' solo la saben la pequeña y la tía Alejita. Lo curioso es que el ánimo de Bárbara tras la charla se elevó a niveles casi estratóficos.
¿Y qué decir de sus 'discursos' donde cuenta sus anécdotas en el colegio o el 'depa'?, como cuando en plena clase abrió la puerta y gritó: "todos a jugar al patio!", originando que el resto de la clase salieran en tromba atrás de ella a los juegos, pero grande fue su desazón cuando al salir al patio se dió con la ingrata sorpresa de que la lluvia había empapado los juegos haciendo que pegue la media vuelta y el consiguiente llamado de atención por hacer esa 'mini insurgencia escolar'.
Gonzalito tampoco se queda atrás. En palabras de sus profesoras de turno: es un chiquilín que tiene la respuesta en la punta de la lengua ante cualquier situación, saliendo airoso de las diversas circunstancias. Las anécdotas con él en verdad se dan desde que tenía meses de nacido. Mi hermana y yo lo estábamos bañando, de pronto dejó escapar bajo el agua un 'gas', mi hermana y yo lo miramos sorprendidos y yo dije: "...oh oh", temiendo que 'se haga' ahí mismo. mi hermana me imitó en el "oh oh", y Gonzalito con su vocesita repitió el "oh oh".
Dueño de un temperamento rebelde, protagonizó a sus escasos 4 años aproximadamente un incidente simpático la noche de año nuevo. Para ello es necesario retroceder a la nochebuena del 24 de ese mes. Tras abrir el champange para brindar por la llegada de Jesús, mi hermana y yo quisimos 'experimentar', le dimos un poquitín en una copa, si bien al comienzo no le cayó muy rico, después se animó y lo tomó de golpe, para sorpresa nuestra dijo: "...dame un poco más", Paola y yo reímos, ella se negó y el se encaprichó: "¡Quiero más champange!". Bueno, llegada la noche de año nuevo, le dimos una copa pero con Sprite en la misma, llegada la hora del brindis la expectativa estaba puesta en él, en su reacción, y la misma fue por demás jocosa: tras dar el primer sorbo miró a su mamá enojado y dijo: "..esto no es champange".
También es bueno para dar 'guapeadas', un día tras bromear a Bárbara me preguntó: "Chino, ¿cuándo tendrás un hijo para que sea mi primito para jugar.?
Su llegada como es de esperarse lo convirtió en el 'rey de la familia'. A la llegada de Bárbara tres años después, el centro de atención hacia él disminuyó en algo por la llegada de la nueva miembro de la familia, a ello se sumaron la llegada de Rafaela, y luego de Flavia, sin embargo Gonzalito dejó una frase: "... sigo siendo el rey". Y tenía razón, durante buen tiempo de la llegada de bebés a la familia él seguía siendo el único varoncito, pero la llegada hace un tiempo de Nicolás ha tenido que dejar el trono, pero aún así sigue ganándose el cariño de la familia.
El llamado fin del mundo del 21 de diciembre para él no pasa desapercibido incluso, un día me comentó: "...yo no sé por qué me preguntan que seré de grande porque este año se acaba el mundo, me moriré siendo pequeño".
Hoy, ya se ha ganado el cariño de todos, su buen corazón, su buena onda y enregía que transmite ha hecho que todos en la familia lo sigamos engriendo como si aún fuera un bebé.
Mi relación con él, bueno con ambos, es GENIAL. Nos entendemos mucho, sabemos que no nos gusta, incluso en qué momento ponernos 'pesaditos'. Cuando estoy con ellos me siento bien, me olvido de los problemas, de las dificultades del día a día. Sé que debo aprovechar cada momento con ellos porque pronto llegarán al momento en el que para ellos lo más importante serán los amigos, las amigas; se aburrirán de las correcciones, de las 'ubicaínas' para que se porten bien y demás. Llegará el momento de la rebeldía en el cual solo pensarán en ellos y por ello cada momento que tengo con ellos sé que tengo que aprovecharlo al máximo.
Quiero mucho a la dupla 'GonyBar' y el día que lean este texto sepan que su tío Chino siempre estará con ustedes apoyándoles en las buenas y en las malas, tendrán grandes obstáculos en la vida pero ustedes saldrán airosos de las mismas porque tienen la inteligencia, el corazón y el ímpetu para no dejarse tumbar. Por ello en esta semana cumpleañera que han tenido quiero decirles que estoy ORGULLOSO de ser su tío, de ser tu padrino Bárbarita y que ustedes son quienes me motivan a ir al frente cuando las cosas se ponen difíciles, LOS AMO.