El comienzo del 2013 no puede ser mejor para los Halcones del Pentágono, los 'Jefes' de la CIA, y demás anti Chávez, que no ven las horas en la que se anuncie el deceso del mandatario llanero, por más 'preocupación' mostrada por parte del gobierno norteamericano hace una semana cuando deseaban la pronta recuperación del venezolano.
Pero más allá de elucubraciones de diversos analistas de la política internacional, analicemos cuál sería el panorama sin Hugo Chávez, la llamada era Post Chávez, la misma que es esperada por ansias por los sórdidos personajes citados al comienzo de la nota.
* Una Venezuela ardiente: La idea en ese aspecto es clara: Venezuela se sumiría, o ahondaría su crisis desatándose tal vez una guerra civil sin precedentes entre los chavistas y los no chavistas. 'Los Halcones' y sus amiguitos de la CIA no dudarían en enviar (si es no que no lo están haciendo) a sus 'agitadores' para infiltrarse en las manifestaciones y reforzar a los anti chavistas para derrocar al gobierno democráticamente elegido. Se reviviría la versión mejorada de la frustrada invasión a Cuba en donde los norteamericanos fueron humillados en la Bahía de Cochinos cuando Fidel Castro tomó las riendas gubernamentales de la isla.
* Una presidencia endeble: Si bien Nicolás Maduro tomaría la posta, el hombre no alcanza ni a la rodilla el arraigo popular de Chávez, peor aún con ciertos rumores que han estado circulando la semana pasada indicando que el vicepresidente habría estado hablando con funcionarios norteamericanos donde aparentemente, ' allanaba' el camino para el rompimiento de las hostilidades verbales entre Caracas y Washington, algo que de por sí sería una traición por lo bajo a su mentor y líder revolucionario.
Maduro como remplazante de Chávez evidentemente buscaría una alianza con EEUU, dejando de lado a los 'duros' del Chavismo y no sería despiadado pensar en un enfrentamiento entre los mismos chavistas la misma que de los círculos del poder se pueden trasladar a las calles, lo que lógicamente generaría un gran caos social y por ende un gobierno completamente vulnerable.
* El fin de una era revolucionaria, ¿y franca?: La tendencia izquierdista del presidente venezolano, puso la luz roja de emergencia en los pasillos de Washington sobre un probable intento de 'liberarse' de su patio de juegos llamado Región Sur. Luis Inacio Lula Da Silva en Brasil, Cristina Fernández en Argentina (cosa curiosa: ambos con cáncer también), un por entonces peligroso candidato presidencial peruano llamado Ollanta Humala, deben haber sido un constante dolor de cabeza para los gringos, sin contar a Evo Morales en Bolivia.
Por un momento incluso se pensaba que era el revivir de la Guerra Fría de la década del ochenta, otros veían en Chávez al nuevo Fidel Castro, pero más allá de eso, veían a Chávez como el guapo del barrio que se enfrentaba al faite mas rankeado, George W. Bush. Al tildarlo de borracho, de enfermo, de diablo, no hizo más que ganar la admiración del ciudadano común y corriente que lo veían como la persona que le decía las cosas tal y como eran a los todopoderosos de Washington.
Quedará en el recuerdo por ejemplo aquella manifestación en la cual los llamó "yanquis de mierda" y los mandó "al carajo". Ahora en estos tiempos, ¿qué presidente manda al diablo a otro por portarse mal con sus semejantes?, ninguno, ¿qué presidente habla sin pelos en la lengua y expresa el sentir de la gente?, ninguno.
Gústele o no a mucha gente, Hugo Chávez será recordado como un gobernante que fue franco y abierto, que dijo las cosas que tenía que decir y que cuando las dijo no se guardó absolutamente nada, algo que hay que destacar no solo en un gobernante ni funcionario público, sino también en una persona común y corriente.
Pero más allá de elucubraciones de diversos analistas de la política internacional, analicemos cuál sería el panorama sin Hugo Chávez, la llamada era Post Chávez, la misma que es esperada por ansias por los sórdidos personajes citados al comienzo de la nota.
* Una Venezuela ardiente: La idea en ese aspecto es clara: Venezuela se sumiría, o ahondaría su crisis desatándose tal vez una guerra civil sin precedentes entre los chavistas y los no chavistas. 'Los Halcones' y sus amiguitos de la CIA no dudarían en enviar (si es no que no lo están haciendo) a sus 'agitadores' para infiltrarse en las manifestaciones y reforzar a los anti chavistas para derrocar al gobierno democráticamente elegido. Se reviviría la versión mejorada de la frustrada invasión a Cuba en donde los norteamericanos fueron humillados en la Bahía de Cochinos cuando Fidel Castro tomó las riendas gubernamentales de la isla.
* Una presidencia endeble: Si bien Nicolás Maduro tomaría la posta, el hombre no alcanza ni a la rodilla el arraigo popular de Chávez, peor aún con ciertos rumores que han estado circulando la semana pasada indicando que el vicepresidente habría estado hablando con funcionarios norteamericanos donde aparentemente, ' allanaba' el camino para el rompimiento de las hostilidades verbales entre Caracas y Washington, algo que de por sí sería una traición por lo bajo a su mentor y líder revolucionario.
Maduro como remplazante de Chávez evidentemente buscaría una alianza con EEUU, dejando de lado a los 'duros' del Chavismo y no sería despiadado pensar en un enfrentamiento entre los mismos chavistas la misma que de los círculos del poder se pueden trasladar a las calles, lo que lógicamente generaría un gran caos social y por ende un gobierno completamente vulnerable.
* El fin de una era revolucionaria, ¿y franca?: La tendencia izquierdista del presidente venezolano, puso la luz roja de emergencia en los pasillos de Washington sobre un probable intento de 'liberarse' de su patio de juegos llamado Región Sur. Luis Inacio Lula Da Silva en Brasil, Cristina Fernández en Argentina (cosa curiosa: ambos con cáncer también), un por entonces peligroso candidato presidencial peruano llamado Ollanta Humala, deben haber sido un constante dolor de cabeza para los gringos, sin contar a Evo Morales en Bolivia.
Por un momento incluso se pensaba que era el revivir de la Guerra Fría de la década del ochenta, otros veían en Chávez al nuevo Fidel Castro, pero más allá de eso, veían a Chávez como el guapo del barrio que se enfrentaba al faite mas rankeado, George W. Bush. Al tildarlo de borracho, de enfermo, de diablo, no hizo más que ganar la admiración del ciudadano común y corriente que lo veían como la persona que le decía las cosas tal y como eran a los todopoderosos de Washington.
Quedará en el recuerdo por ejemplo aquella manifestación en la cual los llamó "yanquis de mierda" y los mandó "al carajo". Ahora en estos tiempos, ¿qué presidente manda al diablo a otro por portarse mal con sus semejantes?, ninguno, ¿qué presidente habla sin pelos en la lengua y expresa el sentir de la gente?, ninguno.
Gústele o no a mucha gente, Hugo Chávez será recordado como un gobernante que fue franco y abierto, que dijo las cosas que tenía que decir y que cuando las dijo no se guardó absolutamente nada, algo que hay que destacar no solo en un gobernante ni funcionario público, sino también en una persona común y corriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario