River se ha ido,amigos(as) lectores(as); una historia plagada de éxitos, partidos históricos y que por la mala gestión de los directivos, y en especial (y llamativamente) de uno de sus ídolos, Daniel Alberto Pasarella. Por el momento, y completamente fuera de lugar, se están registrando incidentes en las afueras del estadio de Nuñez. Dentro del estadio también hay desmanes, un fuerte grupo de enardecidos hinchas están intentando entrar a la zona de la platea para agredir a los dirigentes, por lo pronto ya hay un policía herido.
Pero vamos al fútbol, el mismo que tuvo que ser interrumpido a los 44' del segundo tiempo ya que los hinchas de la banda amenazaban con entrar a la cancha. Impotentes tal vez por lo que veían en la cancha: un equipo que no podía superar al Belgrano en el campo que tuvo en Olave, Manzanelli, Rodríguez y Pérez a sus principales baluartes en la zona posterior. Los dirigidos por López no daban pie en bola, si bien a los 6' del primer tiempo Pavone abrió el marcador, esto no sirvió para permanecer en la división rentada. Su fútbol por demas previsible, con ataques 'cantados' y no sirvieron para vulnerar a un extraordinario meta como lo es Olave. Peor aún cuando a los 24' del segundo tiempo, Pavone erró la pena desde los doce pasos, desde ese momento el equipo del barrio de Nuñez se vino abajo moralmente y se veía desbordado por el equipo celeste.
Los últimos minutos ya eran para el 'decorado' del partido: los riverplatenses trataban de vulnerar la valla de Olave, de hacer el milagro; en la tribuna la gente cantaba cada vez más fuerte y de manera orgullosa el "Soy de River...." , mezclado con la rabia y lágrimas en los ojos, una imagen por demás chocante.
Se va River Plate, se va un grande de América y del mundo pelotero y quienes gustamos del fútbol esperamos y sabemos que la banda volverá por sus fueros.
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