Lejos están los recuerdos de aquella imagen que algunos soliamos hacernos de los mexicanos: alegres, con la sonrisa a flor de labios, amables para con los demas. Esos tiempos están lejos de rememorarse ya que con los continuos atentados que se producen en el país "...lindo y querido", sus habitantes se volverán desconfiados.
El último ataque registrado en el Casino Royale no es más que una declaración de guerra abierta no solo al gobierno mexicano, sino también al ciudadano de a pie. Cincuentaidos muertos es el número de víctimas de esta barbarie acaecida en la ciudad de Monterrey. Ya el sábado pasado, las mentes criminales hicieron de las suyas en las afueras de un estadio cuando los equipos de fútbol San Luis y las Chivas de Guadalajara jugaban por el torneo regular, los jugadores y aficionados en general buscaban el mejor lugar para resguardarse de lo que parecía ser un ataque en el interior del estadio cuando en realidad el incidente se protagonizaba afuera al enfrentarse a balazos los sicarios contra los agentes del orden. Ese era de por sí un mensaje, y tenganlo por seguro que tarde o temprano estos enfermos desencadenaran una tragedia dentro de un recinto deportivo, porque ya está demostrado que los malnacidos están decididos.
Es hora que el Presidente mexicano encare de una vez por todas la lucha contra el crimen, debe dejar de tener ese pérfil bajo y ser más drástico en la toma de decisiones para enfrentar una andanada terrorista que parece (y amenaza) rebalsar el gobierno del hermano país norteamericano.
Desde esta pequeña tribuna, este redactor se solidariza con los hermanos mexicanos, a quienes siguen las diversas notas de este blog un fuerte y caluroso abrazo desde Lima, Perú, un país que también en su momento sufrió los golpes del terrorismo.
Fuerza México lindo y querido!!
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