A pocas semanas de la justa electoral municipal, según las encuestas Luis Castañeda Lossio sería el alcalde de Lima tras las elecciones del 5 de octubre próximo. Mientras seguramente ‘El Mudo’ ya está preparando su discurso del triunfo para la noche dominguera post elecciones, una de las principales protagonistas de esta elección es Susana Villarán, quien a estas alturas se muestra desesperada porque ya comprobó que las posibilidades de ser reelegida son prácticamente nulas, tendría que pasar un terremoto político grado nueve para que pueda revertir la situación, pero ya la ciudadanía no cree en ella.
Y es que la gestión de la aún alcaldesa será recordada como una de las más controversiales y paupérrimas de los últimos tiempos, con una serie de vaivenes que no supo enfrentar y pésimamente asesorada que la han llevado a tirar abajo el mote de ‘Tía Cool’ en la campaña pasada que le hizo ganar la elección.
Sus tropiezos son por demás conocidos: un primer intento por desalojar a los ambulantes de La Parada que terminó en una pésima operación donde la Policía Nacional fue literalmente ultrajada y humillada, poco después se supo que Villarán se encontraba fuera de Lima. O también la famosa ruptura de un muro de contención en la obra Vía Parque Rímac donde el río del mismo nombre demostró que algo andaba mal en su construcción, la respuesta de la también llamada ‘Lady Vaga’ fue: “ Estaba dentro de lo previsto” mientras que los limeños nos preguntábamos en que clase de empresa se estaba invirtiendo el dinero que fue incapaz de tomar las medidas respectivas para evitar ese tipo de incidentes en un río que todos los limeños sabemos de su bravura en determinadas temporadas. También no olvidemos el famoso incidente de ‘la arena en la Herradura’, cuando el mar se llevó casi el 80% de arena que cubriría las piedras de la tradicional playa capitalina.
Volviendo al presente; Villarán ya ha caído en los nervios y en la desesperación, sus expresiones en los últimos días hablan a las claras de una persona derrotada, que siente haber fracasado en su misión. Hace poco se dio a conocer un mensaje publicitario radial donde reconoce sus errores, ahora último ha escrito una carta abierta a la comunidad limeña donde de manera jocosa, o fresca, solicita: “ Yo les pido cuatro años más para que, sin errores y con equipo renovado, pueda terminar las reformas”.
A veces los seres humanos necesitamos de un buen cachetazo de la vida para pisar tierra y enmendar el camino, tal vez esta sea la oportunidad que necesite Villarán para darse cuenta que para ser un buen político se necesita tener contacto con el pueblo, no acudir a él cuando se tiene una elección encima; asimismo ser humilde, aceptar las críticas, así sean las destructivas porque ellas le dan el valor real de las debilidades del político. Susana Villarán ha dejado pasar una oportunidad valiosísima para dejar en alto la representatividad de la mujer en el sillón municipal que desde el lejano 1964, tras el gobierno municipal de Ana María Fernandini Clotet, el municipio no era gobernado por una mujer.
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