La eutanasia es uno de esos temas morales que siempre divide la opinión al ser mencionado pero, ¿acaso nosotros no somos dueños de nuestro propio destino?, si bien Dios nos ha dado este precioso regalo que es la vida, ¿no está en nosotros saber preservarla?.
Alondra Gomero M. es una alumna que cursa el 5to ciclo de la carrera de Administración de turismo y hotelería en la Universidad César Vallejo del cono Norte de Lima, y ella a través de este extraordinario ensayo titulado "La eutanasia como problema moral" nos da su punto de vista sobre este tema tan cuestionado.
La eutanasia es definida como aquella acción del médico que provoca la muerte del paciente ya sea por acción directa -con una inyección letal- o por acción indirecta es decir, que no proporciona el soporte básico para que el paciente pueda seguir viviendo. Dado que el sufrimiento del paciente va dejar de existir cuando éste pase a mejor vida. La eutanasia se convierte en una forma de misericordia para evitar que el dolor que es intenso lo aniquile lentamente.
Para la gran mayoría de cristianos, la ética está en contra de la eutanasia porque significa quitarle la vida a un ser humano, pero hagámonos las siguientes preguntas: ¿Sabremos conscientemente que un enfermo terminal tendrá atisbos de ética y moral frente a la muerte? ¿Acaso no deberíamos darle una muerte digna? ¿Somos tan insensibles que debemos alargar la agonía de un paciente, todo porque esto implica ir contra la iglesia y la sociedad?
No tendría sentido mantener con vida a un ser humano que se encuentra en agonía, teniendo en cuenta el dolor que le causaría a dicho individuo seguir viviendo, porque finalmente solo estaríamos alargando su sufrimiento.
Esa interrogante nos lleva a preguntarnos ¿Merece el ser humano seguir viviendo en esas condiciones? O por el contrario ¿Estaríamos prolongando e incrementando su sufrimiento? Entonces: ¿La eutanasia trasgrede lo moral?
La eutanasia se considera un acto moral para la persona que padece el sufrimiento y no para quien la juzga.
Se entiende por acto moral, a las acciones humanas adecuadas o inadecuadas de acuerdo a las normas morales que rigen a una persona, teniendo una responsabilidad civil, por lo tanto la eutanasia se considera una acción moral en la realización del bien para evitar un sufrimiento, como claramente era defendido por Sócrates y Platón ya que se aferraban a la idea de que una enfermedad dolorosa sería una buena razón para dejar de vivir.
Citemos el caso de una bebé que presenta lesiones en el cerebro y se aferra a la vida mediante un respirador artificial que la mantiene con “vida”, este problema se dio luego de un complicado parto en el hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón en Chimbote, es por ello que los padres del bebé piden la eutanasia para cortar su sufrimiento. ¿Acaso debemos permitir que esta bebe sea prisionera de la tecnología? (31 de marzo del 2007).
Por otro lado tenemos el caso de Ramón Sampedro reflejado en la película Mar adentro, basado en hechos reales. Un joven marino español de 25 años de edad lleno de vida, escritor de poemas; que queda tetrapléjico por un accidente en el mar. Pasa 28 largos años postrado en una cama, convirtiéndose esta en su mundo, ¿acaso no sería este un caso frustrante? Pues para muchos decir que “No” sería muy fácil, ya que no padecen el dolor y sufrimiento exterior e interior que logra esta enfermedad. Ramón, desarrolló una larga y complicada actividad de petición judicial para poder morir sin que las personas que lo ayudasen fueran culpadas, dado que su estado lo incapacitaba para hacerlo sin apoyo.Después de muchos años junto a su abogada y amiga, su familia, y una mujer que se enamora de él, continuaron mucho tiempo de su vida luchando para que le den la eutanasia pero no se la concedieron. Decidió quitarse la vida con ayuda de Rosa, la mujer que se enamoró de él, dejando un video en el cual afirmaba que él y solo él era el único responsable de su muerte.
Aquí podemos decir que los que le rodeaban sentían pena por el al verlo incapacitado y vulnerable, un hombre joven que no podía valerse por sí mismo y que necesitaba necesariamente la ayuda de los demás, claro lo ayudaban aun sabiendo que era una carga que debían llevar por todo el entorno económico que esto llevaba, tal vez si hubiesen conseguido seguir manteniendo su cuidado pero lo que no soportaban era verlo sufrir y fiel testigo son las lágrimas que derramaban todos. Y díganme no es justo que se aplique la eutanasia a una persona que está en tales condiciones.
Una libertad que elimina la vida, no es libertad y una vida que elimina la libertad no es vida, como se menciona claramente en la película Mar adentro que está basada en la historia de Ramón Sampedro.¿Acaso no hubiese sido moral recibir una respuesta Jurídica, racional y humana a tanto sufrimiento de Ramón?
Un caso real también fue presentado al tribunal supremo italiano por Beppino Englaro. Pide desconecten a su hija Eluana de la máquina que la mantiene en agonía y sufrimiento por 15 largos años. El padre de Eluana sigue luchando por más de 10 años sin conseguir que le den una muerte digna a su hija; este caso es comparado con lo que le sucedió a la joven estadounidense Terry Schiavo, que falleció después de que un Tribunal decidiese que fuese desconectada la sonda alimenticia solicitado de manera insistente por su esposo a lo largo de 12 años. (http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=23510)
Los casos que he mencionado no hacen ver la vida como algo valioso y único porque son vidas truncadas, vidas acabadas; ¿Tendría caso mantener con vida a un ser humano que no puede gozar de ella sabiendo que no podrá desarrollarse plenamente como persona?
Nadie más que uno mismo tiene derecho a decidir sobre su vida; así como en los casos que hemos mencionado podríamos decir que una persona tiene derecho a la vida, pero tambien tiene derecho a una muerte digna y si es a pedido y consentimiento de la propia persona se debe respetar su voluntad; por otro lado si los familiares son los que toman esta decisión es porque se encuentran en toda su capacidad física y mental, además de haber conocido al enfermo pudiendo saber que sería lo mejor para él o que hubiera decidido.
Francisco de Quevedo sostiene que vivir sin tener pleno uso de tus facultades es como si no vivieras, es mejor que no poseas vida de verdad. “Mejor vida es morir, que vivir muerto”.
Hablar de este tema es complejo y complicado. Pero retomando el ejemplo de Sócrates podríamos entender por qué él murió bebiendo la cicuta a pesar que pudo huir de la prisión, pero afrontó la muerte porque creía que debía cumplir las leyes (las leyes se alimentan de la moral), sin embargo hay una diversidad de pensamientos y contradicciones sobre la muerte de este filósofo. Unos lo ven como un suicidio y otros como una actitud moral, pero de lo que podemos estar seguros es que Sócrates murió con una conciencia moral en alto. (SAVATER, Fernando. 179pp)
Rememorando algo de historia medieval podemos manifestar que en aquellos tiempos la iglesia que tenía una presencia poderosa dentro de la sociedad copó todas las esferas del desarrollo humano. Por ejemplo: Si una persona padecía de cólico y podía ser curado con un brebaje o infusión los doctores de la ley cristiana manifestaban que no se debía administrar nada sino que se haga la voluntad de Dios, de igual forma sucedía con las personas que iban a dar a luz, no dejaban que intervenga la mano del hombre sino que todo se dejaba a la suerte divina; entonces con estos ejemplos puedo manifestar que el ser humano no tenía capacidad de decisión sobre la muerte consciente sino que tenían que esperar la gracia divina.
También cabe mencionar que en esta época los denominados herejes por la iglesia sufrían los más tormentosos castigos por realizar actos que la iglesia los veía como una afrenta al dogma religioso y entonces me pregunto ¿Dónde queda la famosa frase, Si Dios nos dio la vida solo él y nada más que él tiene derecho a quitárnosla? (...)
Ahora un enfermo de cáncer terminal que padece dolores insoportables tenga que seguir soportándolos hasta el final de sus días, es como estar en la edad media que pudiéndole ahorrarle sufrimiento al administrarle una inyección para acabar con el sufrimiento tengamos que día a día verlo morir sin poder hacer nada por el esperando que la suerte divina venga a llevárselo ya que al fin y al cabo va a morir.
La eutanasia se ha trasformado actualmente en una problemática que conjuga un dilema jurídico y moral (…)
En el aspecto político está a favor del derecho individual de las personas para elegir sobre su propia vida. Al mismo tiempo, estas asociaciones se ven combatidas por la “cruzada a favor de la vida” encabezada por las organizaciones religiosas.
Hoy en día gracias a los avances médicos y tecnología se consigue alargar significativamente la vida de muchos pacientes pero no se tiene en cuenta la voluntad de ellos ocasionándoles una vida llena de graves padecimientos.
La aplicación de la eutanasia por petición propia o de los familiares, ya que muchas veces solo ellos pueden decidir cómo quieren que el paciente sea tratado en un padecimiento insoportable y si lo desea poder elegir la alternativa de la eutanasia como medio seguro de liberación individual. Con esto busco concientizar acerca del respeto a la libertad de conciencia para elegir técnicas médicas como la eutanasia que permitan aliviar el dolor en determinados casos donde ya no exista posibilidad alguna de cura y para ello antes que nada se debe asegurar el consentimiento de sus familiares y el médico, para poder dar una muerte digna al enfermo, por lo tanto la eutanasia la considero un acto moral en la realización del bien.
Puedo concluir entonces que la eutanasia se considera un acto moral para la persona que padece el sufrimiento y no para quien la juzga por lo tanto cualquier individuo, siempre y cuando, esté atravesando por alguna enfermedad terminal tiene el derecho a elegir lo que más le convenga, en este caso a no sufrir más su agonía y a hacer uso de su autonomía para ejercer control sobre su vida y su bienestar. Ya que desde que nace una persona cuenta con libre albedrío para actuar y decidir lo mejor para ella misma, y esto debe existir hasta la última etapa de la vida.
Nadie puede violar este derecho ya que le pertenece a cada persona evaluar qué es lo mejor para sí mismo. Si bien muchas personas manifiestan que la eutanasia es una grave violación a la ley de Dios, es enmascarar con una etiqueta una muerte digna, pero en el fondo eso es, una muerte digna para quien está sufriendo, pues es fácil desde la posición de espectador manifestar elementos contradictorios frente a la eutanasia, y si fuéramos nosotros los afectados, los que sufrimos ¿No tendríamos derecho a elegir tener una muerte más humana? Yo estoy convencida que la respuesta seria “Si” y que mucha gente comparte mi opinión, aun sabiendo que se viola leyes constitucionales, morales para la sociedad y religiosas para los defensores del dogma que pueden ver como asesinos a la gente que realiza la acción de inyectar o envenenar; yo creo que en el fondo debe vérseles como justicieros al sufrimiento del ser humano. Si bien es cierto que todo ser humano tiene derecho a una calidad de vida y a una salud plena, sabemos bien que en el mundo existen millones de personas que están siendo aquejadas por males irreversibles y por mas ciencia que exista no mitigan el dolor humano, los antibióticos, las morfinas y los medicamentos solo son un paliativo para el enfermo pero sabemos bien que esas personas nunca podrán tener una vida plena, ni culminaran sus proyectos, dejaran de existir como personas para convertirse en seres inanimados, vegetales, tetrapléjicos, parapléjicos, etc. Y ya no dependen de la voluntad humana sino de tener misericordia con ellos y dejar que mueran con dignidad.
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