Pensé, pensé y re pensé muchas veces antes de escribir y confiar estas apreciaciones hacia ustedes amigas(os) que me leen pero no me considero hipócrita: me gusta decir y en este caso escribir las cosas tal y como son, tal y como me parecen, expresar mis ideas libremente amparado en la Constitución Política del Estado en su artículo 2, inciso 4 donde dice que toda persona tiene derecho a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos.
Lamentablemente hay que reconocer que nuestro Congreso de la República está lleno de una sarta de aprovechadores que solo ven en este organismo del Estado la manera de cómo llenarse sus bolsillos sin importar que el pueblo confió en ellos para legislar y hacer leyes que les permitan a los ciudadanos de a pie a vivir con dignidad, tranquilidad, de forma decente.
Pero, ¿qué hacen por nosotros?, nada. Se aferran en el cargo, peleándose ante cámaras para defender sus ideologías (venidas a menos las mismas por cierto) sin embargo al momento de defender sus bolsillos (como cuando se plantea disminuirles el sueldo) ahí se unen, se toman de los brazos, se abrazan, se limpian los sacos y dicen NO a ese "atropello" aduciendo que necesitan el dinero para cumplir con sus actividades.
Ahora último cómo han 'saltado' ante la denuncia de uno de los mejores analistas que tenemos en el medio de sendero luminoso y su relación con el narcotráfico, Jaime Antezana. Un poco más y lo declaran persona no grata, saltaron, se rasgaron las vestiduras, "...que de los nombres, que de los nombres!" vociferaban escupiendo su bronca y por qué no, su miedo. El miedo que sienten porque saben una de dos: o son efectivamente parte de ese binomio congreso - narcotráfico, o saben quienes de sus compañeros son parte de ese negocio.
Resulta risible la manera como aquellos que antes retaban a Antezana a dar las nombres de los implicados ahora estén 'mutis' y hayan dejado de lado la retórica de manera sistemática, ¿será porque se han dado cuenta que las declaraciones del especialista están yendo por 'camino equivocado' y ellos están pasando 'piola'?, claro, de estar implicados en la danza.
Tal vez sea el momento de dar el cambio generacional en el Parlamento, un cambio refrescante con ideas nuevas, mejor dicho: con ideas, porque los actuales no dan ideas, lo único que dan es larga a los temas que en verdad deberían interesar y servir al ciudadano de a pie, con este Congreso no hay un norte definido, no hay visibilidad ni camino plano por el que transita la ciudadanía, los peruanos de a pie necesitamos saber y tener pruebas de que nosotros somos el punto de interés de nuestros 'padres de la patria', que no se acuerden de nosotros solo cuando están en campaña pre electoral donde dan besos, abrazos hasta al perrito de la esquina, o peor aún, cuando ponen cara de preocupación e indignación escuchando los pedidos del populorum y asintiendo frenéticamente mirando el suelo primero y luego a los ojos de su ocasional interlocutor.
Pregunta abierta al congresista Renzo Reggiardo: Congresista, si a su hija no la habrían herido hace unos años unos delincuentes, y no habría visto la muerte de cerca como aquella vez, ¿usted habría producido el programa de Tv que tiene hoy en día?. La verdad, lo dudo mucho, porque tuvo que experimentar aquella vez la inseguridad que tenemos a diario los peruanos de andar por las calles sin protección especial y no tome a mal esto, pero ese ataque lo catapultó a usted para que su vida política sea destacada trabajando contra la inseguridad ciudadana.
Es el momento de decirlo: nosotros, la gente común y corriente somos instrumentos de los "congresistas" para que ocupen su curul, de ahí a más, no les importamos más nada, claro hay notables excepciones pero las mismas no llegan ni a diez, es ahora de abrir los ojos de una vez por todas.
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