El jueves pasado, Giancarlo Andaluz Queirolo, publicó su primera novela, "Las Hojas muertas" es el nombre de la misma, cumpliendo de esta manera aquella frase de "..el que la sigue la consigue", ya que tras ganar diferentes concursos literarios a nivel local, Giancarlo logra debutar en el panorama literario nacional que está en un proceso franco de apertura lenta, pero progresiva.
Conozco a Giancarlo desde el 2001 cuando ambos compartíamos el aula de clases donde estudiábamos ciencias de la comunicación. Si bien no éramos lo que se dice, 'choches,patas', manteníamos una que otra charla de salón, jugábamos fútbol los fines de semana, por ahí incluso asistimos cada uno con nuestros respectivos grupos a las diversas fiestas que se organizaba en la casa de algún amigo y compañero en común. Uno de los recuerdos más vivos que tengo de él es uno claro que incluso sonrió al evocarlo: él solía llegar un poco más temprano que yo, cada vez que yo entraba al salón, a él lo encontraba apoyado contra la pared ensimismado leyendo un libro, uno de ellos fue "Doce cuentos peregrinos", y ahora que estoy frente al monitor escribiendo recuerdo que en esa ocasión le pregunté que qué tal era el libro, él con su tono de voz de conocedor respondió, " Buena, García Márquez pues tío!".
Entre su palmarés figura el 2do puesto en los juegos florales de la Universidad Ricardo Palma (2006) con el cuento "Lo que oculta el desierto". Un año más tarde ocuparía el 1er puesto en el Concurso Palabras de la editorial Mesa Redonda, con el cuento "El último café".
Pero dejemos que Giancarlo nos cuente algo más de su obra.
¿Cómo empiezas en este fascinante mundo de las letras?
Creo que como todo el mundo, o sea leyendo. Fueron esas primeras lecturas las que causaron en mí esa inquietud por la literatura, el querer saber lo que había detrás del libro, en otras palabras; qué pasó por la mente del escritor para idear tan emocionantes historias, y qué es lo que se necesita para hacer lo mismo.
Para escribir, ¿sigues alguna rutina específica, o te basas en la inspiración del momento?
Realmente, no creo que escritor alguno siga una rutina específica, pero en mi caso, utilizo las horas de la noche para leer (trato de leer al menos un libro a la semana), y algunas horas de la tarde para escribir, si es que tengo desarrollada una idea que ha logrado convencerme, lo cual es difícil, pues es más lo que se elimina que lo que queda en el ordenador para trabajarlo.
¿Qué dificultades enfrentaste antes de emprender esta aventura literaria?
La principal dificultad es, creo yo, saber de antemano que de esto no se puede vivir en un país como el nuestro, tan poco acostumbrado a la lectura. Publicar un libro y esperar vender todo el tiraje para tener algunas monedas en el bolsillo, es una utopía. Si logras vender la mitad, date por bien servido, y esto es. En el fondo, el que escribe lo hace porque necesita hacerlo, porque ama hacerlo, porque no sabe hacer otra cosa, porque no puede hacer otra cosa. Realmente no creo que nadie desee hacer esto sabiendo que el camino es mucho más difícil que cualquier otro. Pero si me ponen muchas opciones en la mesa, no dudaría un solo segundo en volver a elegir esta extraña forma de vida.
¿Quién es tu escritor favorito?
Eso depende de lo que esté leyendo. Por poner un ejemplo, al inicio de este camino, en mis años de juventud, leí mucho a los cuentistas latinoamericanos, pero especialmente devoraba los libros de Cortázar, Borges, Bioy Casares y Ribeyro (los más grandes cuentistas a mi humilde parecer). Ahora estoy leyendo mucho a Paul Auster, un enorme autor estadounidense, dueño de una prosa genial, simple y directa como ninguna. He leído casi todos sus libros (que son muchos) y cada uno es mejor que el anterior. Creo yo, que lo que Auster hace es indiscutiblemente novedoso, y al igual que el español Enrique Vila- Matas (a quien también leo con avidez), diría que son los maestros de las nuevas hordas de escritores que faltan por salir.
¿Influencias de que otros escritores tienes?
Me gusta mucho Juan Marsé, sobre todo porque él es todo un ejemplo de empuje, pues sin ser escritor de escuela, ha logrado más de lo que han logrado algunas eminencias salidas de los claustros más respetados del mundo literario. Algunos libros de Bellatín (sobre todo los primeros), en fin, muchos otros más.
Hablemos de "Las hojas muertas"; ¿qué debemos esperar los lectores de la misma?
Una lectura asfixiante, que hará imposible dejarla en la mesa de noche por un instante. Traté de hacer una novela para leerla rápido, pensando en los tiempos que le quedan a uno en medio de todo ese ajetreo que se vive en la capital.
¿Qué te inspiró a plasmar en el papel la novela?
Como todo escritor, su mayor fuente de información es su propia vida. Hay cosas de mi vida, de mi etapa escolar, todo matizado con ficción. Creo que el que escribe siempre tratará de ocultar algo de su vida en las líneas que va redactando, y creo que lo hace a modo de asolapada confesión. Y esta mi primera novela no es la excepción, pues oculta pasajes de mi vida que recuerdo mucho, y que ahora, plasmada en papel, ya no tengo la necesidad de seguir ocultando.
¿El personaje de Felipe Campero Arias, podría ser el prototipo de aquella persona bonachona que lleva un diablo por dentro?
En cierta parte, podría decir que sí, es un tipo común el que se ve afectado de distinta manera por los problemas que a todos nos aquejan a diario. Y como él, todos tenemos dentro un monstruo adormecido, solo que en su caso ese monstruo despertó, mostró su verdadera careta y con el avance de la lectura, acabó controlando a su portador.
¿Qué sentimientos tienes al ver tu 1ra novela en diferentes puntos de venta?
Es algo indescriptible, ver mi libro en los estantes de las librerías que suelo visitar para adquirir los libros de otros, me hace pensar que he entrado en un círculo que creí infranqueable, que al fin, después de tanto sufrimiento y esfuerzo, he logrado entrar a ese club exclusivo al que no a muchos les está deparado entrar.
Finalmente, ¿qué le aconsejarías a ese joven que ve frustrado su sueño de escribir y que te lee en este momento?
Que no desista jamás, que el peor enemigo del hombre es su propio miedo, es ese miedo el que nos impide seguir, les diría que no se detengan en sus aspiraciones, que la mayor recompensa viene después del esfuerzo. Y al que está leyendo mis hojas muertas, pues nada, disfrútenla tanto como yo disfruté escribirla.
Si quieres saber de los premios ganados por Giancarlo en el exterior te invito a visitar estos links:
http://www.letralia.com/203/0127barcarola.htm
Conozco a Giancarlo desde el 2001 cuando ambos compartíamos el aula de clases donde estudiábamos ciencias de la comunicación. Si bien no éramos lo que se dice, 'choches,patas', manteníamos una que otra charla de salón, jugábamos fútbol los fines de semana, por ahí incluso asistimos cada uno con nuestros respectivos grupos a las diversas fiestas que se organizaba en la casa de algún amigo y compañero en común. Uno de los recuerdos más vivos que tengo de él es uno claro que incluso sonrió al evocarlo: él solía llegar un poco más temprano que yo, cada vez que yo entraba al salón, a él lo encontraba apoyado contra la pared ensimismado leyendo un libro, uno de ellos fue "Doce cuentos peregrinos", y ahora que estoy frente al monitor escribiendo recuerdo que en esa ocasión le pregunté que qué tal era el libro, él con su tono de voz de conocedor respondió, " Buena, García Márquez pues tío!".
Entre su palmarés figura el 2do puesto en los juegos florales de la Universidad Ricardo Palma (2006) con el cuento "Lo que oculta el desierto". Un año más tarde ocuparía el 1er puesto en el Concurso Palabras de la editorial Mesa Redonda, con el cuento "El último café".
Pero dejemos que Giancarlo nos cuente algo más de su obra.
¿Cómo empiezas en este fascinante mundo de las letras?
Creo que como todo el mundo, o sea leyendo. Fueron esas primeras lecturas las que causaron en mí esa inquietud por la literatura, el querer saber lo que había detrás del libro, en otras palabras; qué pasó por la mente del escritor para idear tan emocionantes historias, y qué es lo que se necesita para hacer lo mismo.
Para escribir, ¿sigues alguna rutina específica, o te basas en la inspiración del momento?
Realmente, no creo que escritor alguno siga una rutina específica, pero en mi caso, utilizo las horas de la noche para leer (trato de leer al menos un libro a la semana), y algunas horas de la tarde para escribir, si es que tengo desarrollada una idea que ha logrado convencerme, lo cual es difícil, pues es más lo que se elimina que lo que queda en el ordenador para trabajarlo.
¿Qué dificultades enfrentaste antes de emprender esta aventura literaria?
La principal dificultad es, creo yo, saber de antemano que de esto no se puede vivir en un país como el nuestro, tan poco acostumbrado a la lectura. Publicar un libro y esperar vender todo el tiraje para tener algunas monedas en el bolsillo, es una utopía. Si logras vender la mitad, date por bien servido, y esto es. En el fondo, el que escribe lo hace porque necesita hacerlo, porque ama hacerlo, porque no sabe hacer otra cosa, porque no puede hacer otra cosa. Realmente no creo que nadie desee hacer esto sabiendo que el camino es mucho más difícil que cualquier otro. Pero si me ponen muchas opciones en la mesa, no dudaría un solo segundo en volver a elegir esta extraña forma de vida.
¿Quién es tu escritor favorito?
Eso depende de lo que esté leyendo. Por poner un ejemplo, al inicio de este camino, en mis años de juventud, leí mucho a los cuentistas latinoamericanos, pero especialmente devoraba los libros de Cortázar, Borges, Bioy Casares y Ribeyro (los más grandes cuentistas a mi humilde parecer). Ahora estoy leyendo mucho a Paul Auster, un enorme autor estadounidense, dueño de una prosa genial, simple y directa como ninguna. He leído casi todos sus libros (que son muchos) y cada uno es mejor que el anterior. Creo yo, que lo que Auster hace es indiscutiblemente novedoso, y al igual que el español Enrique Vila- Matas (a quien también leo con avidez), diría que son los maestros de las nuevas hordas de escritores que faltan por salir.
¿Influencias de que otros escritores tienes?
Me gusta mucho Juan Marsé, sobre todo porque él es todo un ejemplo de empuje, pues sin ser escritor de escuela, ha logrado más de lo que han logrado algunas eminencias salidas de los claustros más respetados del mundo literario. Algunos libros de Bellatín (sobre todo los primeros), en fin, muchos otros más.
Hablemos de "Las hojas muertas"; ¿qué debemos esperar los lectores de la misma?
Una lectura asfixiante, que hará imposible dejarla en la mesa de noche por un instante. Traté de hacer una novela para leerla rápido, pensando en los tiempos que le quedan a uno en medio de todo ese ajetreo que se vive en la capital.
¿Qué te inspiró a plasmar en el papel la novela?
Como todo escritor, su mayor fuente de información es su propia vida. Hay cosas de mi vida, de mi etapa escolar, todo matizado con ficción. Creo que el que escribe siempre tratará de ocultar algo de su vida en las líneas que va redactando, y creo que lo hace a modo de asolapada confesión. Y esta mi primera novela no es la excepción, pues oculta pasajes de mi vida que recuerdo mucho, y que ahora, plasmada en papel, ya no tengo la necesidad de seguir ocultando.
¿El personaje de Felipe Campero Arias, podría ser el prototipo de aquella persona bonachona que lleva un diablo por dentro?
En cierta parte, podría decir que sí, es un tipo común el que se ve afectado de distinta manera por los problemas que a todos nos aquejan a diario. Y como él, todos tenemos dentro un monstruo adormecido, solo que en su caso ese monstruo despertó, mostró su verdadera careta y con el avance de la lectura, acabó controlando a su portador.
¿Qué sentimientos tienes al ver tu 1ra novela en diferentes puntos de venta?
Es algo indescriptible, ver mi libro en los estantes de las librerías que suelo visitar para adquirir los libros de otros, me hace pensar que he entrado en un círculo que creí infranqueable, que al fin, después de tanto sufrimiento y esfuerzo, he logrado entrar a ese club exclusivo al que no a muchos les está deparado entrar.
Finalmente, ¿qué le aconsejarías a ese joven que ve frustrado su sueño de escribir y que te lee en este momento?
Que no desista jamás, que el peor enemigo del hombre es su propio miedo, es ese miedo el que nos impide seguir, les diría que no se detengan en sus aspiraciones, que la mayor recompensa viene después del esfuerzo. Y al que está leyendo mis hojas muertas, pues nada, disfrútenla tanto como yo disfruté escribirla.
Si quieres saber de los premios ganados por Giancarlo en el exterior te invito a visitar estos links:
http://www.letralia.com/203/0127barcarola.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario