Como se recuerda, hace unos días se difundió la noticia de que se habían hallado en la localidad de Quispicanchi, Cusco, los restos de una momia que aparentemente se trataría de un ser extraterrestre.
En lo personal, y como bien sabes tú amiga, amigo que me lees desde hace buen tiempo; soy un ferviente creyente del fenómeno ovni, no solo como testigo de algunas apariciones sino como colaborador de una agencia internacional del fenómeno, pero como me decía ayer una investigadora argentina: será bueno esperar los resultados definitivos acerca del mismo.
Antes que nada, y antes de entrar de lleno al tema, es bueno señalar y recordar a quienes somos del Perú (y a quienes leen esta nota y son ajenos a mi país) que en este momento en el Perú se vive un clima de pre terremoto político por el caso Chehade , y una noticia como esta lógicamente serviría como la excusa perfecta para olvidarnos del caso y que pase lo de siempre: nos dejamos atrapar por la cortina de humo y nos olvidamos por completo de los negociados bajo la mesa de Chehade y cía.
De demostrarse que efectivamente se trata de un ser extraterrestre, estaríamos ante algo extraordinario y la confirmación de las sospechas de que nunca estuvimos solos en el universo. Y ahí hay algo que los seres humanos debemos entender y meternos bien en la cabeza, más ahora en el siglo XXI, etapa en el cual supuestamente hemos evolucionado, aunque en lo personal siempre seré de la opinión que los seres humanos estamos atravesando un proceso inverso, de involución; y es que no estamos solos en este universo del cual aún no sabemos con exactitud hasta donde llega.
La momia hallada en Quispicanchi, no es la única de este tipo que ha acaparado la atención del mundo científico. Existen otros casos como el del llamado Niño de las estrellas. Un caso que hasta ahora no arroja luces de qué podría tratarse. En la década del 30, en una una cueva de un poblado rural cerca de la región de las barrancas del cobre, al sur del estado mexicano de Chihuahua, una adolescente estadounidense encontró dos esqueletos completos enterrados en el túnel de una mina, esa misma noche los dejó afuera de su casa de campaña y una tormeta se llevó los esqueletos y curiosamente sólo aparecieron al día siguiente los cráneos. La joven volvió a su casa en El Paso y guardó éstos cráneos durante toda su vida. Según el estudio de Carbono 14 los cráneos tienen una antiguedad de 900 años.Tras su muerte, fueron entregados al matrimonio estadounidense de Ray y Melanie Young. Melanie, enfermera de cuidados neonatales aseguró que no se trataba de ningún tipo de malformación humana, por lo que decidieron cederlo a evaluación profesional.El cráneo pasó a manos de los investigadores estadounidenses Lloyd Pye y Mark Bean, quienes con la colaboración de empresas especializadas en genética como Trace Genetics CA USA, Instituto Royal Holloway de Londres, además, el apoyo de gentista como Dr. Kem Paid junto a varios especialistas en química, Neurociencia y Craneofisiología han llegado a determinar que existe una probabilidad cercana al 90 por ciento que el cráneo extraño sería de un ser híbrido de madre humana y padre de una raza no conocida.
Esta es digamos la parte, en la cual me dejo llevar por la 'emoción' de decir: " sí, existen!". Pero siempre es bueno ver ambos puntos, por más que algunos seguidores del fenómeno no les guste lo que escribiré a continuación, tengo que hacerlo, debo hacerlo para ser objetivos respecto al tema: es muy probable, que la momia hallada en Quispicanchi se trate de un ser humano que años atrás tuvo algún tipo de malformación congénita. Recordemos sino las trepanaciones craneanas, recordemos la manera como nuestros ancestros tenían esa 'costumbre' de hacer alargar sus cráneos (para parecerse a quién, eso si es un misterio).
Lo que pudo haber tenido quien alguna vez fue en vida la persona cuya momia ha sido hallada, es la enfermedad llamada Progeria. Una enfermedad genética de la infancia extremadamente rara, caracterizada por un envejecimiento brusco y prematuro. Se estima que afecta a uno de cada 8 millones de recién nacidos. La progeria puede afectar diferentes órganos y tejidos: hueso, músculos, piel, tejido subcutáneo y vasos. Y entre las características de la misma figuran: el cráneo alargado, baja estatura, ojos prominentes y por ende las cavidades de la misma de igual manera. El período de vida de estos niños por lo general es de 2 a 13 años. Veamos la foto de como luce un niño con esta enfermedad.
http://es.wikipedia.org/wiki/Progeria |
Pero a todo esto será bueno esperar que determinará la comunidad científica al respecto. En lo personal considero que los creyentes y adherentes al fenómeno mantengamos la calma al respecto y no empecemos a decir: " teníamos razón!". Pero me da la impresión que estamos creyendo algo que no es.
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