No fue el clásico que se esperaba. Si bien es cierto el ambiente se prestaba para el mismo, tanto Alianza Lima como la "U" quedaron en deuda con sus respectivas hinchdas en un lance caracterizado por los desaciertos en los pase finales que en el juego fluido de buen toque de balón.
Por el lado blanquiazul; por momentos se mostró temeroso ante lo propuesto por el equipo del 'Chemo' Del Solar. Sin embargo, la falta de explosión del equipo victoriano impidió que los tres puntos se quedaran en el barrio de La Victoria. Roberto Ovelar por ejemplo, es un jugador con temple, presencia, peligroso y punzante cada vez que va al frente, sin embargo, estuvo más encargado de recuperar el balón y abandonar por momentos su lugar en el ataque, tal es así que cuando quería irse arriba terminaba chocando con alguno de sus compañeros y en una oportunidad un disparo de Sánchez que iba rumbo al arco crema terminó rebotando en su pierna y se desvió. Atrás, Libman mostrando la solidez y seguridad de siempre; Carlos Solís que si bien es cierto no es un talento del fútbol, no se podrá negar su entrega para con la camiseta blanquiazul. También es bueno destacar el muro infranqueable que es Edgar Villamarín. Un defensa que en lo personal me gusta ya que es de pérfil bajo, en las previas habla lo necesario, hace su trabajo y punto, ¿que da golpes bajos?, ¿quién no lo hace cuando juega fútbol. Destacable lo de Hurtado y también del debutante Bazán, quien jugó de lo más guapo esta clase de partidos teniendo en cuenta que era su primer super clásico. En lo que respecta al promocionado André Carrillo; por favor, NO SUBAN a este chico en el pedestal, hay que llevarlo con tranquilidad, si queremos hacer un cambio sustancial en el fútbol peruano vayamos con cuidado. Carrillo es bueno sí, pero no lo conviertan en un Waldir Sáenz, o un Johan Sotil.
Vamos ahora a la vereda de enfrente: la "U" sigue pasando por ese proceso de adormitación en el cual se encuentra. Aún 'Chemo' no encuentra soluciones para sacar al equipo adelante y hoy (sábado) esos problemas se vieron reflejados en el grass del Estadio Alejandro Villanueva. En el arco; Raúl Fernández tuvo atajadas destacadas, una de ellas justamente fue el penal que le atajó a Henry Quinteros de manera estupenda y haciendo algo que muchos arqueros parecen haber olvidado: "Esperar a que él haga el primer movimiento..."; y vaya que lo hizo. En defensa, parece que el juego de palabras chocó al chileno Alvarez ya que no destacó mucho y no pudo hacer sus proyecciones de siempre. El 'Negro' Galván también se jugó un buen partido y se relevó muy bien en la marca con Galliquio, otro gran recorrido en esta clase de partidos. Al mediocampo, tanto reiner Torres como el 'Toñito' González hicieron un buen partido en su labor de 'destrucción' de juego. En zona de ataque, Pedro García demostrando que los años no pasan en vano y que es mucho mejor cuando entra faltando 20 o 25' para que acabe el partido. Pablo Vitti bien cubierto por los victorianos no pudo hacer lo suyo y por momentos tenía que ayudar en la recuperación. Hace unos días preguntaba en el segmento de FÚTBOL PERÚ, hablando justamente del cuadro crema, "¿a qué juega esta "U" del Chemo?". Y hoy, viendo el partido me hacía esa pregunta cada vez que se perdía un balón en mediocampo. Piero Alva es una rémora en el equipo, lo suyo es por demás previsible: un diestro jugando en la zona izquierda, cada vez que recibe el balón se acomoda para su pérfil y mientras hace eso, la defensa rival ya se acomoda y le tapa el flanco derecho obligandolo a jugar por la izquierda y el 23 termina retrocediendo la jugada. 'Chemo' si por alguna razón (que solo él y Piero conocen) no lo quiere sentar, debería ponerlo en su pérfil, ya que es más que claro que por izquierda Alva no rinde, tal vez en algún momento de su carrera lo hizo pero ahora ya no.
Ambos equipos van por senderos distintos en esta parte del certamen; el puntero, Alianza Lima por ahora, buscando razones para campeonar, mientras la "U" no encuentra una razón para buscar el por qué tiene que ser el campeón, pero aún falta mucho camino por recorrer.
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