Ya son muchas las advertencias que recibimos los peruanos con respecto a un fuerte terremoto que estaría azotando nuestro país en los próximos meses, e incluso días.
Más allá de la clásica pregunta, que a las finales no hace más que ser algo relativo a la hora que las cosas se pongan feas, es ser conscientes que los conocedores del tema son categóricos: "Sí, se viene un terremoto de fuertes proporciones", ha sido su lacónica respuesta; incluso, un Comandante de la Marina de Guerra del Perú aconseja que entre los días 6 y 11 del presente no asistir a la playa ya que el mar en estos días está presentando un oleaje anómalo.
Por ahora, el clima estos últimos días ha estado por decirlo de alguna manera: raro, por momentos frío, y sorprendiendo en las noches y algunas mañanas con densa neblina, algo llamativo por ser el verano, sin contar claro, la sorpresiva lluvia de anoche, 7 de febrero.
Entre las medidas de seguridad a adoptar habría que tener preparado lo siguiente:
- Botiquín de primeros auxilios.
- Linternas.
- Radio a pilas.
- Alimentos no perecibles.
- Agua embotellada.
A la hora que pase eso, no dejarse llevar por la desesperación, si bien movernos con rápidez, evitar correr a no ser que sea extremedamente necesario y buscar siempre lugares abiertos. No acercarse a las pistas, si algunos conductores son unas bestias manejando en situaciones normales, habría que imaginarse como lo serían en pleno movimiento telúrico.
Quienes viven en zonas aledañas al mar, tienen que evacuar lo más rápido posible sus casas antes de que llegue un, ya pronosticado, tsunami.
Es bueno que en casa, los miembros de la familia tengan definida una tarea por hacer durante el movimiento sísmico, para ello, aparte del simulacro interno, es elemental tener a mano una mochila con todos los elementos mencionados anteriormente para enfrentar el eventual terremoto.
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