Barack Obama, el Presidente de los Estados Unidos, creo
que está cumpliendo un papel aceptable en su difícil labor
de gobernar una de las naciones más poderosas del orbe.
Su última reunión con el Presidente Surcoreano Lee Myung
Pak, plantea el reto siempre interesante y bienvenido para
el futuro del mundo: controlar y buscar detener el programa nuclear de la República Popular de Corea, y esto
es alentador dentro de un panorama social-político que cada vez está cuesta abajo.
Pero, ¿ qué tiene en su contra el primer mandatario de color de los Estados de Norteamerica.
1.- Levantar la imagen de los Estados Unidos. Una imagen
muy venida a menos con los ocho años de gobierno de su
antecesor, George W. Bush, quien llevó al país al descalabro social y económico y por ende, repercutió en el mundo.
2.- Una peligrosa similitud a la forma de trabajar de John F. Kennedy. Es decir, un acercamiento mas frecuente con el pueblo, con sus necesidades, y no solo eso: aparentemente está buscando un acercamiento con Cuba, ¿les agradará esa idea a los halcones del Pentágono, a los mismos hombres fuertes de la CIA?
3.- El tema Irak. Que es heredado no solo del gobierno de su antecesor, sino por el padre de éste, George Herbert Bush. No se a dicho abiertamente, pero es evidente que el objetivo era apoderarse de los campos petroleros de este convulsionado país del medio oriente. Esto a generado una guerra civil que si bien es cierto la tropa norteamericana aún se mantiene ahí, la pregunta es: ¿hasta cuándo y hasta cuánto le alcanzarán los recursos para la realización de esta empresa?. Atención, que no solo me refiero a términos geopolíticos y militares, sino también económicos.
4.- Las nuevas políticas internas adoptadas por la CIA y el FBI y otros entes gubernamentales relacionados con la inteligencia. Las mismas que tras el atentado del 11 de septiembre del 2001 cambiaron de manera sustancial. Esa misma tarde según relata Bob Woodward en su libro “Bush en guerra”, el Presidente de entonces y George Tenet, director general de la CIA sostuvieron una reunión aparte de la que constituía la investigación del atentado, y en la misma se trató la nueva reestructuración que tendría la inteligencia norteamericana. Recordemos que ese ataque es una herida que difícilmente se cerrará, más aún cuando se mantienen las dudas si el gobierno norteamericano sabía de antemano de esos ataques. ¿Ironías del destino, no?, fíjense. Para que Estados Unidos entre a la segunda guerra mundial, no lo hizo si no era atacado por Japón en Peral Harbor. Se dice que previo a ese ataque, los norteamericanos sabían de un inminente ataque en una de sus bases en el océano Pacífico, además, siempre quedó una pregunta pendiente: ¿dónde estaba el vigía arriba del faro?. Eso sirvió de pretexto para entrar a la segunda guerra. Volviendo al 2001, ese ataque permitió a Estados Unidos ir con fuerza a Irak y Afganistán.
Ese es el panorama sombrío que tiene Obama al frente, un panorama difícil, turbio, con más dudas que certezas, y como adherentes a la causa democrática esperemos que cumpla con sus cuatro años de mandato, sin algún ‘accidente’, ‘loco suelto’ o un ‘carro descubierto’ que interrumpa su labor.
3.- El tema Irak. Que es heredado no solo del gobierno de su antecesor, sino por el padre de éste, George Herbert Bush. No se a dicho abiertamente, pero es evidente que el objetivo era apoderarse de los campos petroleros de este convulsionado país del medio oriente. Esto a generado una guerra civil que si bien es cierto la tropa norteamericana aún se mantiene ahí, la pregunta es: ¿hasta cuándo y hasta cuánto le alcanzarán los recursos para la realización de esta empresa?. Atención, que no solo me refiero a términos geopolíticos y militares, sino también económicos.
4.- Las nuevas políticas internas adoptadas por la CIA y el FBI y otros entes gubernamentales relacionados con la inteligencia. Las mismas que tras el atentado del 11 de septiembre del 2001 cambiaron de manera sustancial. Esa misma tarde según relata Bob Woodward en su libro “Bush en guerra”, el Presidente de entonces y George Tenet, director general de la CIA sostuvieron una reunión aparte de la que constituía la investigación del atentado, y en la misma se trató la nueva reestructuración que tendría la inteligencia norteamericana. Recordemos que ese ataque es una herida que difícilmente se cerrará, más aún cuando se mantienen las dudas si el gobierno norteamericano sabía de antemano de esos ataques. ¿Ironías del destino, no?, fíjense. Para que Estados Unidos entre a la segunda guerra mundial, no lo hizo si no era atacado por Japón en Peral Harbor. Se dice que previo a ese ataque, los norteamericanos sabían de un inminente ataque en una de sus bases en el océano Pacífico, además, siempre quedó una pregunta pendiente: ¿dónde estaba el vigía arriba del faro?. Eso sirvió de pretexto para entrar a la segunda guerra. Volviendo al 2001, ese ataque permitió a Estados Unidos ir con fuerza a Irak y Afganistán.
Ese es el panorama sombrío que tiene Obama al frente, un panorama difícil, turbio, con más dudas que certezas, y como adherentes a la causa democrática esperemos que cumpla con sus cuatro años de mandato, sin algún ‘accidente’, ‘loco suelto’ o un ‘carro descubierto’ que interrumpa su labor.
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