martes, 14 de agosto de 2012

ABRIENDO MI CORAZÓN

Pensé y repensé antes de escribir esta nota. A decir verdad, la tenía guardada dentro de mi enorme cabeza hace buen tiempo pero pensé que no era el momento de exteriorizar mis sentimientos y creo que llegó el momento de hacerlo.

Si bien esta sección ha sido creado con el fin de confiartea tí amiga, amigo, momentos curiosos de mi vida, pues creo justo que también hayan de 'esos momentos', malos, dolorosos, de esos que te marcan la vida.

Ayer mientras desayunaba con mi buen amigo Enrique y no sé, de la nada solté una frase que si bien ya la había dicho con anterioridad, ayer lo dije 100% convencido, dolorosamente convencido, más que nada como una espina que quería sacarme de adentro: " Yo moriré solo, sin pareja". Obviamente, Enrique me dijo que uno nunca sabe en qué momento llegará esa personita especial y yo simplemente, me cansé de esperar.

Simplemente siento que no he nacido para el amor. A estas alturas, 36 años, me siento cansado no solo de buscar a esa personita,a esa media naranja; sino también estoy cansado de esperarla siguiendo los consejos (muy bien recibidos) de mi círculo aúlico.

Me pongo a pensar y evaluar mi vida amorosa y he llegado a la conclusión que nunca llegué a amar a alguien, es más, nunca me sentí amado; a querer sí, a querer mucho además. Como bien sabes decir "te amo" a "te quiero" no es lo mismo, incluso entre la última y un "te quiero mucho" hay una distancia prudencial, el mismo que lo tengo reservado para contadas personas que conozco y que son además personas especiales en mi vida, más aún en este momento especialmente jodido por el que estoy pasando y si me mantengo fuerte es por los dos angelitos que Dios me ha enviado, que son mis sobrinitos, y por las personas que quiero, y por mí.

Tal vez a esta situación he llegado por el tipo de persona que soy hoy en día. Una persona cuyo interés está centrado en saber qué ocurre en el que hacer político, social de nuestro país, y algunas veces que me 'arriesgo' en indagar sobre el acontecer político internacional. No soy de ver, leer o escuchar temas faranduleros, no me interesa saber si Jeniffer Aniston se rompió una uña, si Susy Díaz eructó; ese tipo de noticias no me atraen para conversar. Leer, investigar algo respecto a la cultura parece no importar hoy en día a la gente.

Para elegir a esa personita especial he tenido digamos, mala suerte, o mal ojo, no sabría decir qué en realidad: me llegaron a gustar las chicas equivocadas, o comprometidas que hoy en día son casadas. Cuento un par de casos por ejemplo.

A ambas las conocí en la universidad donde trabajaba pero en momentos y etapas diferentes. La primera era (es) una persona linda, muy chévere, interesante al momento de hablar. Podiamos estar hablando horas de ahoras, de muchos temas, con discrepancias de por medio pero con mucha química entre ambos. Llegó a casarse, hoy en día tiene sus altibajos pero a diferencia de otras personas, no quiero que le vaya mal, no quiero que se divorcie, quiero que le vaya bien, si eso la hace feliz, estaré contento porque ella está contenta y se siente bien tomando esa decisión. La quiero mucho y le deseo lo mejor, pero no estaré al tanto de 'la caída' para ir cual tiburón olfateando la sangre en el mar. 

La segunda personita que me impactó mucho fue Milagros, Milagritos. Una ex compañera de trabajo en la misma universidad. Una persona inteligente, culta, ubicada, con carácter, simpática. Me gustó físicamente desde el comienzo, de hecho el cómo la abordé la debe haber sorprendido. Me dirigía a la camioneta asignada que tenía, tenía en la mano una relación para entregarle al conductor de nuestro recorrido, cuando la ví sentada, lucía tranquila pero su mirada mostraba tensión, al verme me saludó con un "buenos días", respondí el saludo con la mejor de mis sonrisas, al acercarme le pregunté si iba para el puesto de promotora educativa, dijo que sí asintiendo, sonriéndole le dije: " Vas a entrar, así que tranquila nomás. Entrarás y seremos compañeros de área". Dicho y hecho, al día siguiente Milagritos se integraba al equipo de promoción de la universidad, uno de los mejores equipos que se formó dicho sea de paso en materia de unidad, de identidad hacia la universidad y entre nosotros mismos. 

El tiempo pasó, la pregunta era inevitable, tenía enamorado y por ahí había la posibilidad de casarse incluso así que empecé a verla como una amiga. La muestra de su afecto hacía mí fue el día que el jefe que tenía me comunicó que ya no seguiría en la universidad mezclando los problemas laborales con los personales. Al despedirme de Milagritos me dijo tras abrazarme: "¿Cómo es no?. Cuando entré tú me recibiste, me diste ánimo, y ahora te veo ir". Dicho esto nos abrazamos y entre nosotros lloramos para no hacerlo evidente delante del grupo. Posteriormente me contó que el ahora ex jefe al día siguiente de mi salida le dijo de manera cachacienta: "¿Qué pasa Milagritos que estás triste?, ah verdad, se fue tu ídolo ¿no?".

Tanto ella como Claudia son las chicas que me han movido el piso como se dice, dudo mucho, mucho que llegue a conocer a una chica con las características de ellas: amables, buenas, comprensivas, inteligentes, cultas, personas con las cuales se puede charlar de cualquier tema que amerite ser conversado y tratado.

Llega un momento en el que la soledad mata, y me temo que ese momento empiezo a experimentarlo conforme pasan los días, de la nada se me quita las ganas de hacer determinadas cosas, incluso este blog temo que por momentos llegue a formar parte de 'la consecuencia' de esa suerte de muerte a pasos agigantados, lo que es yo y como se lo dije ayer a Enrique: Moriré solo.



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